En esta vivienda reformamos todas las estancias de la casa. Estaba en un estado muy deteriorado, y tuvimos que demoler todo lo que había y trabajar desde cero. Las piezas centrales de la reforma fueron la cocina y los dos baños, a parte de las instalaciones, pavimento, puertas y pintura.
El color fue una pieza clave, ya que los clientes tenían claro que querían dar protagonismo a los tonos verdes y azules. La cocina la diseñamos en verde claro lacado combinado con un porcelánico marmoleado con una veta bastante marcada. Los baños los diseñamos de manera bastante distinta el uno y el otro, ya que uno de ellos se hizo en tonos azules y blancos, y el otro en tonos más verdosos y madera.
Los pasillos los pintamos en dos colores, en blanco y verde claro, para unir de alguna forma todas las estancias con el mismo hilo conductor.